sábado, 5 de septiembre de 2009


el ajenjo


Esta planta recibe también los nombres comunes de absintio, Artemisa amarga, hierba santa, ajorizo, incienso de Andalucía y ajenco. Perteneciente a la familia de las Asteráceas. En Francia se llama “absinthe” y se usa para darle aroma y sabor al Pernod, además de hacerlo un buen aperitivo digestivo.

El Ajenjo alcanza un metro de altura, exhala un fuerte olor aromático y penetrante, es de sabor muy amargo; las hojas están cubiertas por un vello blanquecino y sus flores son de color amarillo verdoso.

• En los baños con una decocción de ajenjo tienen un efecto muy curativo sobre todo en la picazón en todo el cuerpo o en ciertas partes como el ano, el vientre, etc. También para los calambres y dolores nerviosos en los brazos, muslos y piernas.
• El aceite que se compone de esta planta se unta en el vientre para confortarlo, disipar flatos y para matar las lombrices y se usa también para los calambres y dolores nerviosos en fricciones a los brazos, muslos y piernas.
• El Ajenjo es tenífugo-vermífugo, carminativo (expulsa los gases), aperitivo, digestivo, antipalúdico, emenagogo (provoca la menstruación). También sirve para regular el azúcar en la sangre, o sea la diabetes. Esta planta, aun seca, conserva todas sus propiedades.
• Para expulsar la tenia y otras lombrices, se prepara en infusión una cucharada de hojas de ajenjo picadas y tres dientes de ajo molidos en medio litro de agua y se toma una hora antes del desayuno.
• Para provocar la menstruación y combatir los cólicos menstruales y del vientre (combatir los gases), se prepara en infusión media cucharada de hojas de ajenjo en una taza de agua y se toma caliente con o sin azúcar.
• Para combatir el paludismo, la fiebre intermitente y la ictericia (piel y ojos amarillentos o derrame biliar), se prepara una infusión una cucharada de ajenjo en un litro de agua y se toman tres tazas al día.
• Como aperitivo, digestivo y contra el mal aliento de la boca, se echan cinco cucharadas de hojas y flores de ajenjo en medio litro de buen vino blanco, se deja bien tapado durante cuatro días, y luego colándolo bien, se toma una copita antes y después de los alimentos.
• Para ahuyentar los mosquitos y zancudos, se cuelgan en varias partes de las habitaciones unas ramitas de ajenjo.
• Par contener los vómitos atónicos o espasmódicos, es muy recomendable el cocimiento y mucho más la sal que se extracta de esta planta y con la cual se confecciona la mixtura salina.
• También se aconseja en las hidropesías y para la gota. En las hidropesías, se toma, todas las mañanas, veinte gramos de sal de ajenjo en un caldo sin sal, lo cual se continúa hasta que sana el enfermo; la dosis puede disminuirse según las circunstancias.

Historia: Planta dedicada por los antiguos griegos a Artemisa (Diana, para los romanos), diosa de la fecundidad. Sin duda que para ello influyó su notable efecto sobre el útero. Ahora bien, lo que más ha contribuido a su difusión en los últimos tiempos, ha sido sin duda su virtud aperitiva y estomacal. El vermut es un licor a base de ajenjo, pues Wermuth es precisamente el nombre en alemán de esta planta.

Hábitat: Propio de lugares montañosos del sur de Europa. Abunda en cunetas y
terrenos secos.

Descripción: Planta vivaz, de 40 a 80 cm de altura, toda ella recubierta de un fino vello que le da un aspecto plateado. Las flores, amarillas, se agrupan en cabezuelas.
Parte empleada: las hojas y las sumidades floridas.

Propiedades e indicaciones: el uso del ajenjo como planta medicinal, se halla libre de
los desastrosos efectos de los licores que se producen con él; entre otras cosas, porque su fuerte sabor amargo lo hace poco apto para un consumo abundante. Contiene principios amargos (absintina), a las que debe sus propiedades digestivas; aceite esencial rico en tuyona, de acción vermífuga y emenagoga, pero tóxica en dosis altas; sales minerales (nitrato potásico) y taninos. Aplicado correctamente, el ajenjo nos ofrece unas interesantes propiedades medicinales, que mencionamos a continuación:

Tónico gástrico: como todas las plantas amargas desarrolla un efecto tónico sobre el estómago, aumentando el apetito y estimulando la secreción de jugos gástricos. Conviene pues a los inapetentes y a los dispépticos (que padecen de digestiones pesadas). No así a los ulcerosos y a los de temperamento sanguíneo, pues el aumento de secreción de jugos gástricos les resulta perjudicial. Como. bien indica Font Quer, «el ajenjo no debe tomarse sin necesidad».

Colerético: por el hecho de aumentar la secreción biliar, ejerce sobre el hígado una acción favorable, descongestiva y de estímulo de sus funciones. Resulta apropiado en los casos de insuficiencia hepática, y en la fase de convalecencia de las hepatitis víricas.

Vermífugo potente: los adultos lo llegan a tomar, aunque resignados; pero los niños lo rechazan abiertamente. Para ellos es mejor utilizar otros vermífugos.
Emenagogo potente: actúa sobre el útero (matriz) provocando la menstruación; pero además, normaliza los ciclos. Se recomienda, pues, para las jóvenes pálidas y debilitadas, que usualmente padecen de reglas irregulares y dolorosas.

Uso: en infusión con de 10 a 20 grs. de planta por litro de agua. Para suavizar su amargor, se le puede añadir una cucharada de una de las siguientes plantas: regaliz, menta o anís. Endulzar con miel. Para los trastornos digestivos, se toman 1-2 tazas diarias, antes de las comidas. Para los trastornos de la menstruación, se toman 2 tazas diarias de esta tisana, durante la semana anterior a la fecha en que se espera la regla. En maceración: Se ponen unos 100 g de flores secas en un litro de aceite de oliva. Dejar reposar durante un mes. Una cucharadita de postre de este aceite en ayunas, y otra antes del almuerzo (comida del mediodía), para las afecciones de la vesícula biliar. Como insecticida: la infusión de ajenjo es un eficaz insecticida. Pueden rociarse con ella los animales domésticos y las plantas. Como loción aplicada sobre la piel, ahuyenta a los mosquitos. Y colocando ajenjo seco en saquitos de tela entre la ropa, evita eficazmente la polilla.

Precauciones: A dosis elevadas puede provocar temblores y convulsiones.
Deben abstenerse del ajenjo las mujeres embarazadas debido a su posible efecto abortivo, así como las lactantes ya que se elimina por la leche y resulta nocivo para el bebé. Tampoco conviene a quienes padecen úlcera gastroduodenal o gastritis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario